"Vivamente el domingo" empieza con un travelling
de Fanny Ardant caminando seguida por un perrito mientras suena la música
alegre del gran Georges Delerue. Este comienzo ya deja claro una de las razones
de ser de la película, Fanny Ardant. Truffaut filma a la que en esa época era
su pareja con absoluta delectación, sus piernas, sus labios, sus movimientos,
cada gesto.
A la postre su última película, "Vivamente el
domingo" mezcla varios géneros. Comedia, romance y cine negro se juntan en
un conjunto que mantiene el tono vital y ligero de muchos de los títulos del
francés. Los guiños al género son
continuos y por supuesto no faltan las referencias a Hitchcock,( por todos es
sabida la admiración que sentia por el cineasta de "Marnie"), como en
la secuencia de Ardant conduciendo en una noche de lluvia, encuadrada del mismo
modo que Janet Leight en "Psicosis" o el asesinato de la taquillera
del cine, que evoca el de "Con la muerte en los talones" en la sede
de Las Naciones Unidas. Además está el tema del falso culpable, en este caso
encarnado por Jean-Louis Trintignanant, que también sería del agrado de
Hitchcock.
Como en muchas películas "noir" la trama , basada en
una novela de Charles Williams, tiene una importancia relativa, importando mas
los personajes, los diálogos, las atmósferas, el ritmo, resultando irrelevante
la resolución aunque en este caso sea de lo mas divertida.
Nestor Almendros, habitual en la última etapa de Truffaut,
fotografía la historia en un blanco y negro que trata de emular la iluminación
de las películas de "cine negro"
y renunciando en esta ocasión en muchas ocasiones a la iluminación
natural que tanto le gustaba.
La película dejando aparte homenajes y/o guiños es un
ejercicio de admiración a las mujeres, simbolizada en esta ocasión en Fanny
Ardant, y al cine, con un tono alegre y
vital, y ¿no es eso de lo que tratan la mayoría de las películas de Truffaut)?
La cinta antes del epilogo/boda termina con una cita del
abogado que encarna Philippe Laudenbach
que perfectamente podría estar dicha por el propio director y que es un bonito
punto y final a su carrera.
A modo de apunte añadiremos que hay una escena en la que Trintignanant
observa desde el sótano de su negocio inmobiliario las piernas de las mujeres
que caminan por la acera...Almodovar tomo buena nota como se puede comprobar en
"Tacones lejanos".
A.H.
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