domingo, 18 de mayo de 2014

LA CARROZA DE ORO. Jean Renoir. 1952.

CARROZAS Y COLLARES.


En un principio resulta chocante la elección de Ana Magnani para el papel de Camille en "La carroza de oro", realizada por Renoir en el año 1952, inspirada en la obra de Mérimée. Tratándose de un personaje ante el cual los hombres caen rendidos, ya sean virreyes o toreros, lo lógico hubiera sido pensar en una actriz con un atractivo físico mayor que el de la romana, pero lo que en un principio no parecía lo más adecuado acaba convirtiéndose en uno de los mayores aciertos de la cinta (parece ser que la intervención de la Magnani fue la única condición para llevar a cabo la realización de la película). La interpretación Ana Magnani me parece que está mas allá de todo elogio, y Renoir sabedor del potencial de la actriz adecua la puesta en escena a las dotes interpretativas de la italiana. Una demostración  de esto es la antológica secuencia de la corrida de toros.


A Camilla se la disputan tres pretendientes, uno de ellos es un soldado (Paul Campbell), otro un torero (Riccardo Rioli), el tercero es el mismísimo virrey del Perú (Duncan Lamont). Aplique el lector la carga simbólica que considere representa la profesión de tan obstinados pretendientes. Camille no parece decidirse por ninguno de los tres y da coba a todos ellos. En una secuencia anterior a la que nos ocupa ( y asimismo magnífica) Camille ha recibido como regalo un exorbitante collar de manos del virrey. Mas adelante despechada tras una actitud poco caballerosa del mandatario ( él prefiere salvaguardar su actual posición de poder al amor de Camille) parte a toda prisa en la carroza de oro que da título a la película, también regalo del virrey, hacia una corrida de toros.


Primer plano de Camille, de riguroso negro, con peineta, mantilla y enjoyada. De la anterior situación colegimos que ha ido a ver torear a Ramón. Vemos  un primer plano de Camille, abanicándose nerviosa. Lo que viene a continuación es sencillamente prodigioso, pues no veremos ningún lance taurino. Renoir elude mostrar el final de la faena, pero nos deja verla valiéndose de las reacciones que produce en Ana Magnani, nos priva de los últimos pases de Ramón y de cómo mata al toro, y nos sentimos agradecidos porque nos brinda el rostro de Ana Magnani, en primer plano sostenido, todo un recital interpretativo. A través de las expresiones de su rostro intuimos todo lo acaecido en el albero, sus rasgos pasan de la incertidumbre al nerviosismo, a la angustia, y a la explosión de alegría final cuando el torrero mata al toro y sale triunfante de la faena. El rostro de la Maganni es una suerte de espejo, de bola de cristal a través de la cual vemos, cual oráculos, el desenlace de la corrida. Una demostración superlativa de las dotes interpretativas de la actriz, y Renoir sabedor de su calidad puede planificar puesta en imágenes de esa manera tan arriesgada, solo posible con una actriz de esa categoría, con otra no tan brillante el resultado hubiera sido grotesco. No necesitamos ver nada, no hay necesidad de contraplano, sólo un rostro y el sonido del publico aplaudiendo los lances taurinos, depuración absoluta.



Cuando la faena ha concluido la cámara inicia un retroceso, el plano se va abriendo dejándonos ver las gradas abarrotadas de un público enardecido celebrando la gran actuación del diestro, que nos ha sido vetada. Vemos, a Camille quitarse el collar y lanzárselo a su galán al ruedo. Éste lo alza con actitud jactanciosa en señal de triunfo, sabemos que lo que menos le importa es la gloria taurina, el collar significa que ha conseguido a Camille...o eso cree.

A. de la Hoz.

miércoles, 7 de mayo de 2014

MANUAL DE SEDUCCIÓN.


Shame; Steve McQueen, 2011.
Joven y bonita (Jeune & jolie; FranÇois Ozon, 2013).





A. de la Hoz.