miércoles, 30 de enero de 2013

DESAFÍO TOTAL. Paul Verhoeven. (1990.)



"Desafío Total" parte de una adaptación de un cuento de Philip K Dyck titulado " We can remember it for you wholesale." , en ella se plantean cuestiones  acerca de los conceptos de realidad, memoria , recuerdos e identidad. Un material de partida que, sin duda , hubiera podido ser una solida base para plantear un discurso de una cierta profundidad, como ya se puso de manifiesto en la más famosa adaptación al cine de una de sus obras "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (por supuesto la celebérrima "Blade Runner" (1982)). Pero en esta ocasión el encargado de poner el cuento en imágenes es Paul Verhoeven, que optó por seguir el hilo argumental pero dotándolo de mucha más ambigüedad y restándole prácticamente toda la carga psicológica en beneficio de la acción trepidante, y altas dosis de violencia.

Douglas Quaid (Arnold Schwarzenegger) casado con Lori (Sharon Stone), tiene pesadillas recurrentes situadas en Marte que le obsesionan. Decide acudir a una empresa donde le implantarán recuerdos falsos de un viaje a Marte. Algo sale mal en el proceso y esto servirá de detonante para que descubra que su vida es una farsa y decida viajar "¿realmente?" a Marte para dilucidar su pasado y su verdadera identidad.
Como se apuntaba Verhoeven  deja de lado las cuestiones filosóficas para realizar un film de acción al servicio (o  con la complicidad)de Arnold Schwarzenegger, plagado de efectos especiales y por supuesto violencia. Maticemos que el tratamiento de la violencia que hace Verhoeven no tiene nada de realista, nada que ver con Haneke o Ferrara, nos encontramos con una violencia-espectáculo, excesiva, gratuita, en algunos casos hasta buscando la sonrisa del público.
La mayor virtud que atesora el trabajo del director holandés es sin duda el ritmo del que dota al relato, absolutamente trepidante, no dejando tiempo a la reflexión, enlazando secuencias de persecuciones, peleas, tiroteos y añadiendo a la vez los datos necesarios para que la historia avance, y lo haga sin pausa. En este sentido en un ejemplo de cómo una película con un enfoque claramente comercial puede estar magníficamente realizada.

Otro de los puntos fuertes de la cinta son los efectos especiales y el maquillaje. Posiblemente "Desafio Total" sea el canto de cisne de los efectos especiales "artesanales", decorados y maquetas. Al año siguiente aparecerá James Cameron con "Terminator II" y llegarán los efectos digitales. El maquillaje corre a cargo de Rob Bottin, encargado de crear a los mutantes que cohabitan en Marte con los humanos  y que poseen poderes psiquicos así como todo tipo de deformidades.
Pese a lo dicho "Desafio total" dista mucho de ser una obra redonda (hay algunas frases realmente ridículas destinadas a propiciar la risa fácil), pero sí es una cinta plenamente disfrutable, con buenos momentos (véase como enlaza los planos de peces agonizando con los mutantes quedándose sin aire)y para mi gusto junto con "Instinto Básico" la mejor de la etapa americana de Verhoeven.
Para finalizar destaquemos la banda sonora de Jerry Goldsmith convertida ya en un clásico.

jueves, 24 de enero de 2013

HUBO UNA LUNA DE MIEL. Leo McCarey. (1942.)



Leo McCarey ya había mezclado comedia romántica y drama con resultados excelentes en su anterior película "Tú y Yo" (Love affair, 1939, Leo McCarey). En "Hubo una luna de miel" también se combinan géneros, a los anteriores añádase cine de propaganda y espionaje, pero los resultados se alejan bastante de lo satisfactorio. Y es que la historia de la toma de conciencia de una (increíblemente) ingenua ex-corista llamada Katie O´hara (Giger Rogers), prometida con el Baron Franz Von Luber, colaborador nazi (Walter Slezak), que se enamora de el periodista Patrick O'Toole (Cary Grant) y acaba ejerciendo de espía, resulta un tanto descafeinada y excesivamente inocente, así como reiterativa y a veces sonrojante en su discurso anti nazi y proamericano,( por otra parte nada raro en las producciones rodadas durante la Segunda Guerra Mundial),  que casi siempre era lo peor de la función.


No cabe duda que no era tarea fácil; la película fracasa sobre todo en su parte dramática donde en ningún momento se logra transmitir emoción o sensación de peligro o amenaza por parte de los alemanes. La cinta levanta algo el vuelo en las escenas de comedia ayudada por el buen hacer del dúo protagonista, sobre todo Grant.  Ginger Rogers resulta  una elección inadecuada, porque aunque se desenvuelve bien tanto en comedia como en drama, no transmite la fascinación que produce su personaje sobre Grant y  Walter Slezak. Por otra parte, salvo Slezak, los nazis son meros comparsas, una pieza más del decorado, apareciendo en varias ocasiones en innecesarias imágenes de archivo; en este sentido resulta mucho más amenazante el reloj con la esvástica a modo de manecillas que en varias ocasiones marca el tempo del avance de las tropas alemanas por Europa.


La mano del mejor McCarey se deja notar en la puesta en escena, planificando las escenas de forma que casi podrían verse de forma independiente, a modo de piezas de un puzle y recordando en algunos momentos a "Tú y yo" sobre todo la parte final en el transatlántico (donde se produce uno de los mejores gags de toda la película) o una escena en una terraza en Paris, donde la torre Eiffel ocupa el lugar en el encuadre que en la anterior película ocupaba el Empire State.
Pero si hay una secuencia en que se demuestra el pulso dramático y la habilidad de McCarey para el cambio de tono es esa en que un desencantando y abandonado Cary Grant bebe para olvidar en una terraza de un "bistró" de París ocupado por los nazis, e inicia una reveladora conversación con Slezak. En ese momento Grant anticipa momentos similares en "Encadenados" (Notorious, 1946, Alfred Hitchcock) y "Tú y yo." (An affair to remember,1959, Leo McCarey.)

A.H.

martes, 22 de enero de 2013

VIVAMENTE EL DOMINGO. FranÇois truffaut. (1983.)



"Vivamente el domingo" empieza con un travelling de Fanny Ardant caminando seguida por un perrito mientras suena la música alegre del gran Georges Delerue. Este comienzo ya deja claro una de las razones de ser de la película, Fanny Ardant. Truffaut filma a la que en esa época era su pareja con absoluta delectación, sus piernas, sus labios, sus movimientos, cada gesto.
A la postre su última película, "Vivamente el domingo" mezcla varios géneros. Comedia, romance y cine negro se juntan en un conjunto que mantiene el tono vital y ligero de muchos de los títulos del francés.  Los guiños al género son continuos y por supuesto no faltan las referencias a Hitchcock,( por todos es sabida la admiración que sentia por el cineasta de "Marnie"), como en la secuencia de Ardant conduciendo en una noche de lluvia, encuadrada del mismo modo que Janet Leight en "Psicosis" o el asesinato de la taquillera del cine, que evoca el de "Con la muerte en los talones" en la sede de Las Naciones Unidas. Además está el tema del falso culpable, en este caso encarnado por Jean-Louis Trintignanant, que también sería del agrado de Hitchcock.


Como en muchas películas "noir" la trama , basada en una novela de Charles Williams, tiene una importancia relativa, importando mas los personajes, los diálogos, las atmósferas, el ritmo, resultando irrelevante la resolución aunque en este caso sea de lo mas divertida.
Nestor Almendros, habitual en la última etapa de Truffaut, fotografía la historia en un blanco y negro que trata de emular la iluminación de las películas de "cine negro"  y renunciando en esta ocasión en muchas ocasiones a la iluminación natural que tanto le gustaba.
La película dejando aparte homenajes y/o guiños es un ejercicio de admiración a las mujeres, simbolizada en esta ocasión en Fanny Ardant, y al cine,  con un tono alegre y vital, y ¿no es eso de lo que tratan la mayoría de las películas de Truffaut)?


La cinta antes del epilogo/boda termina con una cita del abogado que encarna  Philippe Laudenbach que perfectamente podría estar dicha por el propio director y que es un bonito punto y final a su carrera.
A modo de apunte añadiremos que hay una escena en la que Trintignanant observa desde el sótano de su negocio inmobiliario las piernas de las mujeres que caminan por la acera...Almodovar tomo buena nota como se puede comprobar en "Tacones lejanos".

A.H.


lunes, 21 de enero de 2013

UN DIOS SALVAJE. Roman Polanski (2011.)



Polanski, es un director que se siente muy cómodo rodando en interiores, y en ésta ocasión la obra teatral de Yasmina reza en la que se basa "Un dios salvaje", le brindaba la oportunidad de rodar prácticamente la totalidad del metraje en interiores y a la vez articular un discurso crítico con los "códigos morales" imperantes en nuestra sociedad "civilizada.".
El punto de partida es la agresión que sufre un niño hijo del matrimonio formado por Jodie Foster y John C. Reilly a manos del hijo de matrimonio encarnado por Kate Winslet y Christoph Waltz. Estos últimos acuden a casa de los primeros para disculparse y resolver el problema de una manera adulta y civilizada. A partir de ahí se irán perdiendo las formas, los modales y cada uno dejará de "actuar" y se mostrará como realmente es.


El planteamiento es similar a "El ángel exterminador" de Luís Buñuel, aunque no tiene la radicalidad de la película del de Calanda y es mucho más accesible.
Polanski coloca la cámara en el sitio preciso, al igual que a los cuatro actores, logrando una narración fluida y nada manierista, haciendo que parezca fácil y natural algo que es realmente complicado. Además,  la película se desarrolla en tiempo real, algo que se nota que también está muy cuidado sobre todo en la calculada luz y (según Polanski) la cantidad de retoques digitales (prácticamente inapreciables).
El tono imperante es de comedia, a lo que ayudan sobremanera los cuatro protagonistas, todos ellos excelentes y muy bien dirigidos por Polanski, con escenas realmente logradas y una progresión dramática ejemplar, con diálogos críticos de los que prácticamente no se libra nadie, desde el mundo del arte, hasta los laboratorios farmacéuticos, pasando por ...¡"Jane Fonda"!


Sólo hay dos escenas rodadas en exteriores, el prólogo y el epílogo, a pesar de esto y en contra de lo que suele ser habitual en el cine del polaco (basta recordar "El cuchillo en el agua", "Repulsión", "Las semilla del diablo" o "El quimérico inquilino") los interiores no resultan en ningún momento claustrofóbicos, dando así prioridad a diálogos, situaciones y reacciones.
Un dios salvaje, sin llegar a las cotas de sus obras mayores, es una interesante película resuelta con mucho oficio y que pone (otra vez más) de manifiesto lo bien que se maneja Polanski en espacios reducidos.

A.H.

domingo, 20 de enero de 2013

LA JETEÉ. Chris Marker. (1962.)




Cincuenta años después de su realización "La Jeteé" sigue siendo una película única, inclasificable, referencial en la historia del cine. Difícilmente etiquetable (documental, ciencia ficción, fotonovela, como guastaba llamarla a Marker) nos sitúa después de un hipotético apocalipsis nuclear. Un prisionero de guerra es escogido para viajar al pasado con el propósito de conseguir ayuda para el presente. En uno de eso viajes conoce a una mujer cuya imagen le obsesionaba desde la infancia y trata de encontrar respuestas a esa obsesión, en concreto a un recuerdo de ella en un aeropuerto.


Pero si por algo se recuerda a la película, más que por su argumento, que también, es por la forma de narrarlo que elige Chris Marker, que no es otra que contar la historia mediante un narrador en off visual y recurriendo a una sucesión de fotografías fijas en blanco y negro, solamente interrumpidas en una ocasión por imagen en movimiento, propiciando una sensación difícilmente descriptible.
La utilización de la banda sonara compuesta de sonidos de todo tipo (susurros, tic tac de relojes..)  es igualmente ejemplar y acompaña a la perfección a la sucesión de fotografías, de recuerdos, de trocitos de tiempo que vemos en pantalla. El tiempo como imagen, (al contrario que para Proust ),recuerdos incompletos, difusos, obsesivos.


No falta ni sobra nada, cada fotografía esta ahí porque tiene que estar, con el tiempo justo en pantalla, con iluminación y encuadre precisos, todo un ejercicio te "tempo narrativo", de montaje.
Si hay una película en la historia del cine con la que emparentaría "La Jeteé" esa sería "Vertigo" Alfred Hitchkock (1959). Diferentes formalmente pero muy semejantes en su fondo, con dos personajes obsesionados por recuperar el pasado, el tiempo perdido (de nuevo Proust.)
Sueños y recuerdos se funden de manera perfecta en esta fábula futurista, profundamente pesimista de apenas 30 minutos de duración que bastan a Marker para orquestar un discurso sobre la memoria difícilmente superable.

A.H.