domingo, 9 de noviembre de 2014

JERSEY BOYS. Clint Eastwood. 2014.

MÚSICA REDENTORA.



   Plano del cielo de Jersey, la cámara desciende y entra en el encuadre Tommy DeVitto (Vincent Piazza) que interpela brusca y directamente al espectador mirando a cámara, y comienza a narrar la historia de Frankie Valli (John Lloyd Young) y su grupo "The four seasons" diciéndonos que solo él puede contar la verdadera historia de lo sucedido. Este arranque, rompiendo violentamente la cuarta pared al poco de comenzar la narración, nos advierte que aparentemente la película va a adoptar el punto de vista de Tommy. Posteriormente veremos que no es así,  el narrador se va a alternar entre los cuatro miembros del grupo, salpicando la película de distintas frases mirando a cámara, es decir, hablando con nosotros, buscando que seamos parte activa de la narración. Obviamente este recurso no es nuevo y la lista de realizadores que lo han usado ya es larga (Bergman, Haneke, Godard, Allen, Keaton, Scorsese...).


   Eastwood demora la intervención como narrador de Frankie hasta casi las dos horas de metraje y no por casualidad elige que sea en un momento trágico de su vida. Su hija se ha suicidado, Frankie se siente tremendamente culpable, ella le reprochaba continuamente sus carencias como padre, él se justificaba alegando que eran debidas a su trabajo como cantante, que originaba sus largas ausencias del hogar. La cámara desciende de las alturas, igual que en el plano inicial, y vemos en plano frontal a Frankie en el cementerio, sentado en un banco solo, desolado, la cámara se acerca a su rostro, demacrado, roto por el dolor y la culpa. Frankie la mira pero es incapaz de decir nada, baja la mirada y ladea ligeramente la cabeza.  Frankie no va a decirnos nada. Pero Eastwood continúa el movimiento de cámara hasta colocarla en contrapicado cerca de su rostro , mostrando insistencia en buscar las palabras de Frankie, que sigue apartando la mirada de cámara, sigue rehuyendo nuestra mirada, es incapaz de expresarse.  Eastwood, mediante esa planificación, nos hace cómplices y a la vez nos incomoda, insistiendo en buscar unas palabras en los momentos de duelo por la pérdida. No es casualidad que el tema elegido para acompañar la escena sea el delicioso "My eyes adore you".


   En la siguiente escena Frankie aparece sentado en una cafetería solo, vemos como nieva en la calle, aparece en escena Bob Gaudio (Erich Bergen), se sienta en su mesa y le muestra un sobre que contiene una partitura con una nueva canción que ha compuesto para él. Frankie le dice que acaba de enterrar a una hija, que no puede cantar una canción de amor. No ha superado la pérdida. Más adelante Frankie llama a medianoche a Bob, está dispuesto a grabar el nuevo tema. La canción es "Can´t take my eyes on you", vemos a Frankie en el estudio de grabación entonando los primeros compases, llenos de emoción y sentimiento, para seguidamente enlazar mediante una elipsis con una actuación en un local frente a un atento público. La canción avanza y cuando llega a uno de los momentos de mayor intensidad Frankie mira a cámara "I love you baby / trust in me when I say" a lo largo del resto de la canción vuelve a "mirarnos" varias veces "Let me love you baby / let me love you" "You´re just too good to be true". La letra de la canción cobra una nueva dimensión, Frankie ha superado el duelo con la ayuda de lo que mejor sabe hacer, cantar, Eastwood así nos lo muestra, por eso Frankie sólo se dirige a nosotros cantando.



   Al final de la película volverá a violentar la cuarta pared, esta vez hablando, con el rostro avejentado,  pero en ese momento la última actuación del grupo ya ha tenido lugar.

   A. de la Hoz.