martes, 22 de enero de 2013

VIVAMENTE EL DOMINGO. FranÇois truffaut. (1983.)



"Vivamente el domingo" empieza con un travelling de Fanny Ardant caminando seguida por un perrito mientras suena la música alegre del gran Georges Delerue. Este comienzo ya deja claro una de las razones de ser de la película, Fanny Ardant. Truffaut filma a la que en esa época era su pareja con absoluta delectación, sus piernas, sus labios, sus movimientos, cada gesto.
A la postre su última película, "Vivamente el domingo" mezcla varios géneros. Comedia, romance y cine negro se juntan en un conjunto que mantiene el tono vital y ligero de muchos de los títulos del francés.  Los guiños al género son continuos y por supuesto no faltan las referencias a Hitchcock,( por todos es sabida la admiración que sentia por el cineasta de "Marnie"), como en la secuencia de Ardant conduciendo en una noche de lluvia, encuadrada del mismo modo que Janet Leight en "Psicosis" o el asesinato de la taquillera del cine, que evoca el de "Con la muerte en los talones" en la sede de Las Naciones Unidas. Además está el tema del falso culpable, en este caso encarnado por Jean-Louis Trintignanant, que también sería del agrado de Hitchcock.


Como en muchas películas "noir" la trama , basada en una novela de Charles Williams, tiene una importancia relativa, importando mas los personajes, los diálogos, las atmósferas, el ritmo, resultando irrelevante la resolución aunque en este caso sea de lo mas divertida.
Nestor Almendros, habitual en la última etapa de Truffaut, fotografía la historia en un blanco y negro que trata de emular la iluminación de las películas de "cine negro"  y renunciando en esta ocasión en muchas ocasiones a la iluminación natural que tanto le gustaba.
La película dejando aparte homenajes y/o guiños es un ejercicio de admiración a las mujeres, simbolizada en esta ocasión en Fanny Ardant, y al cine,  con un tono alegre y vital, y ¿no es eso de lo que tratan la mayoría de las películas de Truffaut)?


La cinta antes del epilogo/boda termina con una cita del abogado que encarna  Philippe Laudenbach que perfectamente podría estar dicha por el propio director y que es un bonito punto y final a su carrera.
A modo de apunte añadiremos que hay una escena en la que Trintignanant observa desde el sótano de su negocio inmobiliario las piernas de las mujeres que caminan por la acera...Almodovar tomo buena nota como se puede comprobar en "Tacones lejanos".

A.H.


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